
Antes de embarcarse junto al dibujante Georges Jeanty en Buffy The Vampire-Slayer Season 8 para la editorial Dark Horse, Joss Whedon empezó junto a John Cassaday (Planetary, Yo soy Legión) el tercer título del equipo principal de la franquicia mutante, Astonishing X-Men.
Etapa entre ambos que duraría un total de 24 números y finalizaría en un Giant-Size, y que ahora Panini ha recopilado en un total de cuatro tomos en tapa dura.
Lo que se narra en el volúmen 1: El don, son los acontecimientos de pasada post-Grant Morrison en New X-Men tras la muerte -otra vez- de Jean Grey, y el inicio de una nueva etapa en la que la influencia del cuero negro en las películas deja paso nuevamente a los trajes vistosos con los que se cree que inyectaría un optimismo de cara a la imágen pública y a la intención de ser verdaderamente "héroes" y no los sempiternos odiados y temidos de siempre.
Claramente falso, las situaciones vienen y van, pero los prejuicios permanecen.
Emma Frost sigue como amante de Cíclope, zorra metódica y verdadera cabeza pensante tras las cortinas, se añade Kitty Pryde al grupo como contrapartida y una especie de freno ético, Bestia continúa con su involución genética que acrecenta su aspecto animalesco y sus sentidos se agudizan mientras que su pensamiento científico y humanidad podrían irse al diablo para terminar jugando con ovillos de lana, Cíclope incomprensiblemente logra tras la tridimensionalidad que le dotó Morrison que sea un líder aceptable, Lobezno que tiene un don de la ubicuidad para estar cada día de la semana en un grupo distinto es reducido a un guest starring bocazas, a mamporrero birrero y a ser pateado para mi alegría por sus propios compañeros.
He ahí los nuevos profesores para el Instituto Xavier tras la marcha del fundador. Sin olvidarse del sexto personaje, para no perder la tónica, el resucitado de rigor, Coloso. Al que Whedon recupera casi con la misma sorna con la que Peter David se mofa en ocasiones de los estándares de Marvel con los siguientes diálogos:
Nick Furia: ¿Éste no estaba muerto? [...] Para empezar, ¿cómo sabéis que este Coloso es el de verdad?
Emma Frost: Le he leído la mente.
Bestia: Yo he comprobado su ADN.
Lobezno: Yo le he olido.
Bestia: Eso yo también.
Y justo así, con los diálogos, es como Astonishing X-Men consigue que sea un título recomendable pero no una cosa totémica.
Algunas escenas de efecto evocan contínuos guiños a los gloriosos ochentas de Chris Claremont, el tiempo narrativo es un slow-pace, lento pero con cabida para cada cosa a su tiempo y sin frenetismos. Una tónica imperante habitual a día de hoy para todos los títulos que tras eso y splash-pages cada cierto número de páginas buscan la salida rentable a la recopilación en tomo posterior.

Whedon se imita a si mismo y traslada su hacer al cómic como si algo de Buffy o Firefly se tratase, las relaciones interpesonales y los comentarios de los personajes alcanzan una profundidad envidiable e incluso doble sentido, lo que les dota de una humanidad y complicidad con el lector. Con un factor clave como son los dibujos de Cassaday con la expresividad y capacidad para la narrativa que demostró en Planetary junto a Warren Ellis.
El desarrollo de la trama del primer tomo podría traducirse como simple, con una cura contra "la enfermedad mutante" con la genetista Kavita Rao de por medio, con Emma Frost restregándole por la cara que lo siguiente podría ser el gen gay, los consiguientes razonamientos de Rao y un atinado por parte de la ex-Reina Blanca; "obviamente vemos telepredicadores diferentes".
Alusiones al pasado con El virus del Legado que exterminaba mutantes como se vió en la nefasta y olvidable saga de La canción del Verdugo, Coloso como única cura y con un nuevo villano, Ord, cuya raza alienígena con el don de la precognición imprecisa sabe que un mutante será el causante de la destrucción de su planeta: Breakworld. Algo así como con Fénix y los Shi'ar. Sólo que la comicidad con la que es despachado Ord en sus apariciones hace que ese sea un tema casi baladí.
Y es que ese es uno de los fuertes de Astonishing X-Men, la continuidad de los sucesos queda explicada y lo suficientemente digerida que no es en absoluto necesario echar mano de otros títulos.
Como J. M. Straczynski el creador de Babylon 5, Whedon demuestra como con Buffy Season 8 que le tiene verdadero cariño al medio de los cómics y mucha competencia aún sin ser un habitual.
A mí que me registren, me encantó esta etapa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario